Kihaa Maldives (5*****)
Kihaa Maldives es un complejo privado de lujo 5 estrellas situado en el Atolón Baa, a 25 minutos del aeropuerto Velana Internacional en vuelo doméstico, más 5 minutos en lancha rápida desde Dharavandhoo, la isla local vecina. Kihaa cuenta con 118 villas de lujo distribuidas en 7 categorías diferentes. |
Ésta ha sido nuestra primera y fascinante vez en un resort de 5 Estrellas en Maldivas y la experiencia, por relación calidad precio, no pudo ser mejor. En nuestro 7ª visita a Maldivas decidimos visitar el resort Kihaa Maldivas (5 Estrellas) con una espectacular oferta de Todo Incluido. Conseguimos un precio excepcional dado que los encargados del hotel acababan de realizar el rebranding de la isla para darla a conocer al publico con precios especiales.
Al parecer la isla había sido gestionada incorrectamente por una gestora italiana durante los años previos, que los había causado graves gastos y dañado el prestigio y la reputación del hotel, y ahora los mismos dueños del hotel acababan de hacerse cargo por ellos mismo de la gestión del hotel sin externalizaciones.
¿Entonces que vimos?. Como un resort de auténtico lujo bebé acababa de nacer a manos del mimo de unos padres preocupados que se esmeran por procurar a su bebé y su clientes todo lo que necesitan.
Sinceramente, fue ESPECTACULAR, porque aunque hay bastantes cosas en las que aún estaban trabajando para convertir el resort en un auténtico lujo (por ejemplo, la tienda de regalos la abrieron la misma semana que nosotros llegamos, uno de los restaurantes lo cerraron para remodelarlo, no había mucha animación nocturna, etc.), los puntos positivos superaron con creces a nuestras experiencias en otros resorts.
¿Y en qué lo notamos? Sobre todo en la atención especial de todos sus empleados. Más allá de la típica sonrisa maldiviana, los empleados nos transmitieron que estaban realmente FELICES. Tuvimos la ocasión de charlar con algunos de sus empleados, que nos explicaron sus experiencias en otros resorts, y como en comparación se sentían mas felices y valorados. Y cuando los empleados están felices de verdad, son capaces de transmitir esta felicidad a los clientes, por el trato atento y dedicado que los brindan
Al parecer la isla había sido gestionada incorrectamente por una gestora italiana durante los años previos, que los había causado graves gastos y dañado el prestigio y la reputación del hotel, y ahora los mismos dueños del hotel acababan de hacerse cargo por ellos mismo de la gestión del hotel sin externalizaciones.
¿Entonces que vimos?. Como un resort de auténtico lujo bebé acababa de nacer a manos del mimo de unos padres preocupados que se esmeran por procurar a su bebé y su clientes todo lo que necesitan.
Sinceramente, fue ESPECTACULAR, porque aunque hay bastantes cosas en las que aún estaban trabajando para convertir el resort en un auténtico lujo (por ejemplo, la tienda de regalos la abrieron la misma semana que nosotros llegamos, uno de los restaurantes lo cerraron para remodelarlo, no había mucha animación nocturna, etc.), los puntos positivos superaron con creces a nuestras experiencias en otros resorts.
¿Y en qué lo notamos? Sobre todo en la atención especial de todos sus empleados. Más allá de la típica sonrisa maldiviana, los empleados nos transmitieron que estaban realmente FELICES. Tuvimos la ocasión de charlar con algunos de sus empleados, que nos explicaron sus experiencias en otros resorts, y como en comparación se sentían mas felices y valorados. Y cuando los empleados están felices de verdad, son capaces de transmitir esta felicidad a los clientes, por el trato atento y dedicado que los brindan
Nos asignaron una de las cuatro villas con piscina privada en el jardín, situada a unos 15 pasos de la orilla del mar. ¡Y cumplí uno de mis sueños de poder disfrutar de una piscina privada en una villa en Maldivas!, sin que me costase un ojo de la cara. Ademas de ser una villa enorme y ESPECTACULAR.
Aunque la villa estaba orientada frente al mar, a un lado del camino, habían levantado una valla de separación como la que podéis ver en la foto, para dar más privacidad. Al parecer en el pasado esta vaya no existía y era un poco embarazoso hacer uso de tu piscina privada públicamente, pero este problema ya no existía.
La villa en sí, que aunque en la foto parecía un poco oscura y sombría era realmente grande y luminosa, si abrías las 5 cortinas que rodeaban las enormes cristaleras de la habitación.
La villa de jardín con piscina tenía un vestidor exclusivo en una dependencia independiente (y enorme también).
Y el baño era supermoderno y grandísimo, con una bañera preciosa que no llegamos a usar en ningún momento ya que la ducha de lluvia era también muy exclusiva y más manejable. Lo que nos gustó especialmente (aunque según entramos en la habitación lo echamos de menos), fue el que tanto el baño como la ducha estuvieran cerrados, ya que en otro tipo de habitaciones la ducha al aire libre es toda una experiencia, pero ¡en esta ocasión teníamos piscina privada!, que fue mucho mejor.
Al parecer el resto de las villas eran más grandes. No tuvimos el gusto de verlas pero ¡como serían, si la villa más pequeña de Kihaa era enorme!.
RESTAURANTES
El resort cuenta con dos restaurantes, uno a la carta (que estaba en obras, y del que igualmente no hubiéramos podido disfrutar mucho, ya que siempre acudimos al restaurante que nos tiene asignadas las comidas buffet del Todo Incluido), y el restaurante buffet HANIFARU, donde pudimos elegir libremente la mesa en la que sentarnos cada día, y disfrutar de las distintas estaciones de comida y especialmente de la impresionante parrilla donde servían sabrosos productos de alta calidad.
BUCEO
Kihaa es el resort mas cercano a Hanifaru Bay, que es internacionalmente reconocido por ser punto de encuentro de tiburones y mantas. Hanifaru Bay es una área marina protegido. Así que el hotel organizar excursiones a Dharavandhoo donde los clientes pueden obtener los permisos para visitar los tiburones, ya que se encuentra a tan solo 5 minutos en lancha rápida.
|